jueves, 21 de mayo de 2009

Rolling Stones en Argentina 2006: Lágrimas, aplausos y saltos

Me resulta imposible describirles con palabras lo que sentí aquella noche del 21 de Febrero del 2006 en el estadio de River. Si les digo que me es posible poner todo mi sentimiento en palabras, les mentiría. Al hablar de los Stones tengo que recordar viejos momentos: hablar de "Mi Primer Disco" cuando compré el No Security en Musimundo cuando mi viejo me llevó a los 8 años y me dijo: elegí cualquier disco de cualquier artista que te guste. Quizás si mi intuición (o no se que circunstancia o cualidad) no hubiera funcionado de esa manera, hoy no estaría hablando de Rolling Stones. No se que fue lo que me llamó la atención, pero alguien debe haber estado ahi para forjar mi destino en parte, y ese alguien (quizás para algunos llamado azar) no se equivocó. Pero escribo para representar el sentimiento de muchos de los que nacimos, crecimos y moriremos con el rock en nuestra sangre, lo hayamos descubierto a temprana o tardía edad. Y dentro de ese sentimiento sin lugar a dudas que estamos los que tuvimos el privilegio de ver a esta banda aquella noche. Y cuando digo aquella noche, digo ESA noche.
Asistían los fanáticos que los veian por primera vez (mi caso): muchos pibes de 15 para arriba, 45 años menores que los músicos increiblemente (¿en que otro país del planeta pasa eso?) y que cuando vinieron por primera vez teniamos 5 años. Los ya experimentados: aquellos que compraron los primeros discos y que ahora veian con un poco de asombro cómo un cantante de su misma edad corría de un lado al otro del escenario mejor que cuando tenía 40 años. Los de mediana edad: aquellos que vivieron a fines de los 60's y principios de los años 70's (en su adolescencia) con esta música y al ritmo de los aires de la nueva onda proveniente del hemisferio norte del planeta (más precisamente de Inglaterra y Estados Unidos, los polos del rock).
Hasta tres generaciones que se mezclaban (o cuatro, porque algunos llevaron a sus hijos de 8-9 años) y vivían con expectativa la llegada de estos tesoros de la historia de la música a Buenos Aires. Y al final nos cercioramos de que habia valído la pena la espera (8 años) para verlos y agitar nuestras remeras, transpirar hasta estar casi bañados y saltar hasta tener los tobillos rojos sacando fuerzas de quien sabe donde.
Y en una noche de calor agobiante los Stones duplicaron la temperatura en base a su entrega, potencia y profesionalismo, tres cualidades fundamentales en la historia de ellos y que formaron esa noche un cóctel de lujo.
Ya con la oscuridad bien presente como elemento adicional en River, los Stones se hacían esperar. Pero sus majestades satánicas siempre cumplen y con creces (esta de más decirlo no?). Y a eso de las nueve y pico de la noche si no me equivoco (no recuerdo bien el horario) se encendió la pantalla gigante del escenario. Con todo River absolutamente a oscuras se empezó a reproducir el clip característico que antecedió durante todo el tour a la salida de la banda al escenario. Y el "Bigger Bang" ocurrió, y pues que no cupo ninguna duda de que fue una verdadera explosión. Y cuando hablo de esta manera no estoy maximizando las cosas, estoy siendo realista. Escuchar los acordes tan esperados de "Jumping Jack Flash" y soltarse a disfrutar como nunca ese momento tan esperado (algunos dijeron que no volverían jamás) fue un regalo del mas allá. Fuimos realmente privilegiados. Y todos reaccionamos de distinta manera: el campo de juego empezó su fiesta característica saltando de un lado al otro y haciendo temblar las estructuras del estadio, mientras algunos en la platea saltaban tambien en un espacio chico, algunos otros simplementen miraban impactados el tener a sus majestades allí y otros simplemente no pudimos contener las lagrimas (mixed emotions no?).
Al terminar Jumping Jack Flash se produjo algo dificil de explicar, para algunos volver a cargar energías, para otros mirar consternados todo el estadio y para otros seguir llorando de emoción y asombro. Y a medida que iba avanzando el recital, parecía que era una carrera por la mejoría constante entre ambos actores principales aquella noche: ellos y el público.Luego de "It's Only Rock N' Roll" el gran showman y maestro de los escenarios a nivel musical tomo el microfono y se paró ante la audiencia para saludar de forma cortez con un "Hola Argentina, hola Buenos Aires" (que buen estilo que tiene para hablarle a las masas, ¿se lo habrá concedido el que aparece por los cruces de caminos?). Y la fiesta siguió con un versión de "Shattered" muy buena luego de la cual Jagger volvió a tomar el micrófono en uno de los momentos de mayor importancia para el público: "Muchas Gracias. Pasaron 8 años, los extrañamos mucho, ¡estan igual!" para luego introducir la canción "Oh No, Not You Again" del A Bigger Bang, luego de la cual Jagger invita al público a la ducha por el calor agobiante del momento. Y con la potencia de lo clásico y lo mágico de esos vientos que tambien acompañan al tema arranca "Tumbling Dice" (a todo esto les digo que di vuelta mi cabeza por un momento y pude ver a gente que todavía seguía ingresando por el campo de juego). El fútbol entra en juego y el inigualable Mick primerea (con una gran dósis de carisma): "¿Estan esperando el mundial? ¿Quien va a ganar?" ante una respuesta unánime del público al grito de "Argentina! Argentina!".
"Worried About You" no fue personalmente un tema mas, fue lo que se llama una verdadera joyita. Un regalo dentro de semejante show. Con una voz excelente, unos teclados que le daban un aire perfecto, un solo de Ronnie Woods destacable y un Charlie Watts perfecto y con presencia a la hora de marcar el tempo.
Luego llegaron "Rain Fall Down" (donde Mick toma la guitarra para demostrar acto seguido que él tambien sabe tocar y no lo hace para nada mal) y la potente y arrasadora "Midnight Rambler" donde el estadio de River parecía una estación de tren con miles de locomotoras pasando (bah, en realidad las fuerzas unidas de Watts, Wood, Richards y Jagger que pueden alcanzar lo inalcanzable para muchos). Un ingrediente extra eran con los aullidos demoníacos de ese líder de masas que eran respondidos por el público.
Pero tambien estaba en el Monumental la provocativa y hermosa cantante Lisa Fischer, aquella pantera negra que supimos ver en los años del Bridges to Babylon tour interpretando versiones muy fuertes con ragos fantasmagoricos de "Gimme Shelter". Y esa cantante demostró que a pesar de tener 8 años mas sigue con un excelente nivel en el tema "Night Time is The Right Time" del grandisimo Ray Charles, al cual se lo pudo ver en la pantalla mientras sonaba el tema.
Despues de la presentación (donde Keith Richards se llevó una de las mayores ovaciones de su historia como músico y donde casi se le cae una lágrima) la imágen del rock n' roll agarró su guitarra para interpretar "This Place is Empty" y el interminable clásico "Happy" en un gran nivel.
Para la vuelta de Jagger al escenario con "Miss You" la cancha de River se convirtió en una gran discoteca de los años 80's con gran aporte del teclado del georgiano Chuck Leavell y con un escenario que se desplazaba hasta la mitad de la cancha (que para aclarar tambien se covirtió en un guardarropas para quien lo deseara, con muchas remeras) y para que a Jagger le gustara la visión "desde allí". Ya en la mitad de la cancha una prolija versión de "Rough Justice" y del clásico interminablemente bailado en las discos en el pasado y aún disfrutado por muchos habitantes de este mundo: "Start Me Up" adornaron aún mas la noche para dejar calentito el ambiente para lo que vendría. El pirata Keith en su posición de héroe del rock empezó a tocar Honky Tonk Women y muchas niñas argentinas se levantaban las remeras para endulzar el ambiente con esa canción llena de humo y magia. Pero la puesta en escena no terminaría ahi una vez de nuevo en los escenarios principales: una versión de "Sympathy for the devil" con el escenario teñido de rojo y un Mick vestido con pieles hacian corear a todo el estadio el estribillo de un tema con letra diabólica pero a la vez profunda.
Luego llegaría la oscura "Paint It Black", seguida por la tremendamente ágil y potente "Brown Sugar", el tema en donde el público toma un rol importantisimo respondiendo al temón (responder significa corear, sentirlo bien en la sangre y levantar las manos o agitar las remeras) con un Bobbie Keys en llamas desde lo alto mientras un tal Jagger animaba la fiesta como él solo la podría animar enfrente de gente que (vale decirlo) sabía de memoria sus temas.
Luego para rematar la noche llegarían "You Can't Always Get What You Want" donde los Stones contaban con un corista privilegiado de más: nuevamente el público. Pero una sorpresa se avecinaba (el interminable Mick llevaba puesta una camisa). Faltaba la frutilla del postre: "Satisfaction" donde Jagger se saca esa camisa y queda vestido con la camiseta de la selección nacional y todos tiramos todo (si a alguno le faltaba sacarse la remera se la saca y la agita). Coreamos el tema como un himno con el Uoooohh Uooohhh sacando llamas del pasto del estadio y convirtiendo las tribunas de River en un espectaculo: las remeras en todos los sectores del estadio eran puestas al viento en señal de celebración divina por el punto cúlmine de la ceremonia. Nadie queria que concluyera ni el propio Jagger que se mandó una corrida de punta a punta del escenario y lanzó un: "Buenas noches, Gracias, Nos vemos en la próxima" mientras sus compañeros seguían sacándole chispas a sus instrumentos. Pero asi como todo empieza todo termina y la electrizante versión del tema terminó y los Stones se despidieron, marcando otro hito en su historia personal y otro hito en su tercer visita a la Argentina.

Gracias al foro Banquete de Pordioseros por todo.

Como video les dejo Brown Sugar en vivo esé 21 de Febrero:

4 comentarios:

  1. noooooooooo! dios, porque me haces esto??? odio los rolling, ¬¬ sisi los odiooooo, me niego a leer, postaa los odio con todo mi corazon... uuff, son lo peorrrr. (aunque te gusten, por lo tanto respeto tus gustos musicales)

    gracias por haberme acompañado hoy (:

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  2. yo estuve ahi.....

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  3. Muy buena reseña de lo que fue esa noche tan especial que nunca olvidaremos. También fue mi primera vez viendo a los Stones. Por suerte también los pude ver dos días después el día que se llovió todo en River y los Stones como si nada, salieron a dejar todo. Increible.

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